MADRE TIERRA
Tierra,
tus
quejidos siento
tus
dolores advierto,
encontradas
fuerzas
son
el elemento
que
hacen bruscos
tus
movimientos
y
sólo acalla
tus
tormentos.
Cuando
brotan los árboles
en
múltiples partos
cuando
lanzas fuego
y
humo por lo alto
cuando
sale el agua
que
llevas por dentro
y
corre presurosa
a
apagar la sed
de
todos nosotros.
Tierra,
eres de todos cimiente
soy
tu hija
y
como tú yo siento
que
arde mi pecho
con
llamas de abetos
y
espero con ansias
que
llegue el momento
de
gritar mis lamentos
a
los cuatro vientos.
Tierra,
encarnas
la
madre naturaleza,
tu
fuerza
es
nuestra fuerza
y
sostienes a todos
con
altiva firmeza
y
así venturoso
el
hombre realiza
grandes
peripecias,
extrañas
hazañas
y
serias proezas.
Tierra
con mi violencia
te
arranco tirones
con
mi egoísmo
abro
en ti las fosas
y
por mi soberbia
desdeño
tus verdes ropajes,
y
con mi ambición,
extraigo
de ti
las
mejores cosas.
Tierra,
eres del dolor
el
mejor perfil
brindas
a tus hijos
el
mejor redil
en
ti el hombre tiene
puesta
su confianza
aunque
a veces olvida
que
en el verdor
está
tu riqueza
y no
valorarla
es
nuestra vergüenza.
Tierra
como tú,
es
imposible estarse quieto,
quise
volar
y
mis alas se han roto
sin
poder llegar
a
lugares remotos
me
conformo
solo
con mis pensamientos
y me
revuelvo en tu faz
en
confusos sentimientos.
Tierra
eres de todos
consuelo
pero,
yacer tendido en ti
no
es honesto
si
me inclino siento
un
peso
que
me pega al suelo
y un gran alivio
cuando
me levanto.
Cuando
camino
por
la pradera
aunque
moje la senda
con
mi llanto
sigo
con la frente
y el
busto enhiesto
dispuesta
a
conquistarte. ¡tierra!
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